miércoles, 8 de mayo de 2013

EL CASO BUCARAM


EL CASO BUCARAM

Publicado por Henry Raad en domingo, febrero 12, 2012
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En mis circunstancias de edad y ambiciones ya atenuadas, cuando escribo este tipo de análisis políticos existe el único propósito de hilvanar las versiones históricas que he vivido, para que a la larga, quizás, puedan significar un aporte para quienes se interesen en hurgar el pasado con el afán de formarse criterios intergeneracionales sobre el ayer y el hoy que nos son comunes. Un país funciona en base de yerros y de aciertos, de ensayos, de éxitos o de fracasos, siempre y cuando sepamos comunicarnos entre una generación y otra, entre el ayer y el ahora.
El tema a tratar ahora es el de la nueva Corte de Justicia, que tiene delante de sí la enorme responsabilidad de juzgar a ex mandatarios que están prófugos y sobre quienes hay una premisa pública de culpabilidad ya momificada. Sobre el caso de Mahuad me expresé la semana anterior. Hoy me toca el de Abdalá Bucaram, personaje este que desde ya me ha tratado de intimidar con sus habituales procacidades expresadas, según me dicen, en un twittcam. Allá él. Cada quien tiene derecho a ser como es, y solo me alegra a mí no ser como él.
Consulte a mis seguidores respecto de si valía o la pena meterme en este lodazal. La mayoría me respondió que no. Sin embargo he decidido abordar el análisis de su caso. Que se muerda la lengua es imposible pedir a un deslenguado. Así que prefiero no dejarme intimidar porque renunciaría yo a hacer análisis que desde mi balcón jubilar hago.
El expediente judicial no lo conozco, y no sé exactamente porqué el expresidente está sometido a una orden de detención, la misma que justifica su huida del país de la que ha disfrutado largamente en Panamá. Hay mucha leyendas al respecto, aquellos de los costales de dinero y cuantas cosas más, pero en el manejo de las mochilas escolares, por citar un ejemplo, donde existe indicios claros de peculado, no creo que alcance a involucrar a un Primer Mandatario, ya que este contrato no requiere de su firma y las responsabilidades alcanzan a quienes intervinieron directamente en la negociación. Para eso están los ministros y los funcionarios. En fin. La Corte debe analizar sin cálculo político y en base del expediente, pero en todo caso mi recomendación, como ciudadano, es que la Corte se cure en salud partiendo de cero y levantando las órdenes de prisión, para que, sea Mahuad o Bucaram, vengan al país y se defienden. Si en esas circunstancias no comparecen, las cosas estarán mas claras en su contra. Así ha sucedido con Noboa y con Dahik y eso ha sido para bien de todos. Hay que dejar que la justicia fluya. Tengo muchas reservas respecto a que la actual Corte sea lo suficientemente autónoma, aunque conociendo la personalidad de Rafael Correa, dudo que no sea influenciada. Sin embargo no hay mejor otra salida que la de salir a enfrentar los hechos.
Pero los jóvenes que siguen las redes sociales y están desconectados del ayer, encuentran en Abdalá twittero ese cierto embrujo que tiene una mente exuberante para decir cualquier cosa sin importarle si es o verdad lo que afirma, niega o imputa. Ese fue el problema de Bucaram el gobernante que no pudo terminar el ejercicio ni de la alcaldía y peor el de la presidencia, porque toda su habilidad radicaba en su saliva y en su teatralidad. Incluso su papel de fugitivo perseguido es, a mi entender, un simple camuflaje que lo explota a entera conveniencia.
Su inesperada caída a los seis meses de haber ganado la primera magistratura se debió simplemente a que todo estaba pegado con baba. Se levantaba por la mañana, daba rueda de prensa en su mismo domicilio a unos ávidos periodistas que veían facilitada así la tarea ante la cantidad de palabras que de su boca emanaban y que se convertían noticia de primera plana. Así el Presidente llenaba los espacios pero en el fondo había un vacío de poder. No tenía un equipo ni un plan de gobierno y todo se reducía al bla bla en relación a los pobres y ricos. Se disfrazaba de pobre pero se codeaba con los más ricos del país. Roberto Isaías y Álvaro Noboa fueron sus asesores económicos cercanos, y su gallada íntima lo festejaba en medio de guatitas y otras tantas otras payasadas. Su gobierno careció de sustento académico. La inteligencia no suple la falta de preparación y al parecer todavía parece que algunos no lo entienden.
Hay una anécdota que la voy a contar sin temor a las injurias que me caerán. Se trataba de la llegada del argentino Domingo Cavalo por el tema de la convertibilidad, tema muy serio por lo que significaba. Ya la crisis bancarias estaba en ciernes. La reunión ampliada de gabinete se celebraba en Salinas en la enorme villa de Alvarito. A los pocos minutos de iniciada, el Presidente se excusó y se fue a las habitaciones del piso superior donde permaneció, nadie sabe con quien ni a qué. A lo mejor solo era sueño o diarrea o alguna otra necesidad básica insatisfecha. Dos horas después bajó el Primer Mandatario y dijo a su gabinete que esperaba que ya todos estuviesen de acuerdo, y que era hora de ir a almorzar donde la Lojanita, y allí por supuesto la prensa se deleitó con fotos a granel de Abdalá montado sobre un ceviche brindado por quien sería después la alcaldesa de Salinas.
De estas anécdotas hay muchas y variadas, pero sobre ellas no puede juzgar la Corte de Justicia, ni aún sus mismos simpatizantes deleitados bajo la hipnosis de esa personalidad atrevida y cautivadora para quienes gustan de lo vulgar y chabacano. Pero por esa forma irresponsable de ser es que se cayó inesperadamente de su altísimo cargo. Pensaba, me imagino, que en el Congreso los diputados estaban con él al calor del bla bla y de muchas promesas dilatadas y no concretadas. Quienes entendían los mecanismos internos de cómo se podían manejar las cuentas de los gastos reservados, se cansaron de esperar mientras se susurraba que salían dineros para maletear a diputados, pero que quizás no llegaban completos a su destino. Por ahí nace quizás la leyenda de los costales de dinero que salían del palacio para capear la crisis ya armada, cuando la confabulación parlamentaria se repartía el poder y ponía al mando de la nación a Fabián Alarcón, pasando por alto el juicio político necesario que obligaría a reconocer a Rosalía Arteaga en reemplazo de quien calificaban de loco, pero que en verdad no lo estaba, sino que simplemente era un irresponsable, administrativamente hablando, de ejercer el alto cargo para el cual fue elegido. Para mí criterio la Corte deberá analizar, además del caso a Bucaram por lo que conste en su expediente judicial, a todos los congresistas que lo botaron y que luego ocuparon cargos públicos inmediatamente después de que Fabián Alarcón se posesionó, indebidamente, de la Presidencia de la República del Ecuador.
A mi criterio el retorno de Bucaram no conviene a nadie. Ni a su hijo que ha ido forjando una propia identidad, ni a Correa para no tener que lidiar con tanta procacidad que irremediablemente terminará demandándolo por algunos millones de dólares, ni al propio Bucaram temeroso que debería estar de regresar para afrontar a un nuevo sistema de justicia. Una suerte de ruleta rusa, y este personaje si sabe las albures que hay en los casinos.
Sin duda que esta entrega causará su reacción. Se meterán con mi familia y dirá lo único que sabe haber aquel por quien alguna vez voté para la Alcaldía de Guayaquil, y de quien me alejé por entender su naturaleza desordenada y envuelta en el caos, el insulto y la trifulca. Fui de los que estuve cerca hasta comprobar su estilo procaz crónico, su incapacidad de trabajo coherente y su pronunciada tendencia a improvisar todo. De todas maneras quisiera que regrese a afrontar el juicio y terminemos con esto de una vez por todas
Etiquetas: Polémica, Política  

1 comentarios:
YogaGYE dijo...
16 de febrero de 2012 11:28
Excelente artículo. Tengo 31 años y cuando Bucaram estuvo de residente, tenía 15. No entendía mucho de lo que pasaba en la vida política del país, pero algo que siempre me quedó claro, hasta el día de hoy es que Abdalá Bucaram se botó solito, se metió un autogo. Se dedicó a comer guatita frente a la prensa, a cantar en estudios para grabar discos y a ser presidente de Barcelona S.C. Aún recuerdo cuando quiso traer a Diego Armando Maradona por USD$ 1 millón. Hoy dice que el club le debe $ 2 millones. Personajes como ese, deberían quedarse fuera de la escena política de un país como este, del cual la capacidad de razonar con coherencia de su pueblo no es su fuerte. Detestable personaje ese Abadalá Bucaram Ortiz. Fue inconstitucional y fue un golpe lo que le hicieron, pero al fin de cuentas fue probablemente lo mejor.

De lo que se cuenta aquí de Domingo Cavallo y todas las cosas que hizo este individuo fueron pegadas con baba, no lo dudo un segundo, el mismo Walter Spurrier cuenta su experiencia del año '96 en la columna de diario El Comercio del 8 de marzo de 2011, "Correa en Bloomberg", donde dice:

"Como suele ser en esos eventos, lo central es la presencia del Presidente de la República. En 1996, Abdalá Bucaram dejó plantados a los participantes, habiendo preferido reunirse con Lorena Gallo, que visitaba el país, y quien entonces gozaba de gran notoriedad por el cercenamiento que le perpetró a su esposo John Bobbit. Medio gabinete tampoco cumplió con su compromiso.

En aquella ocasión este columnista estuvo invitado a hacer una presentación. Recibí a la medianoche anterior una angustiosa llamada de los organizadores pidiéndome que en lugar de tratar un tema durante 30 minutos, me haga cargo de media agenda.

La actitud de Correa fue exactamente lo contrario. El Presidente llegó con puntualidad inglesa, y se disculpó que tarde se dio cuenta que se le había asignado solo 30 minutos para su presentación. Se había preparado para más de una hora, y sonreído, anunció a los presentes que tendrán que trabajar hasta más tarde.

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