domingo, 30 de agosto de 2015

LA DOLARIZACIÓN EN TIEMPOS DE CORREA







Así, de pronto, se dio la vuelta la tortilla y el milagro ecuatoriano comienza a desvanecerse. Los años de las vacas gordas, luego de pasar a funcionar como vacas locas, se tropiezan con estos años cuando ya se están instalando las vacas flacas.

Por primera vez Rafael Correa, el súper héroe de esta historia, toca el tema abiertamente y señala como un gran error el haber dolarizado nuestro medio circulante. Ocho años ha tenido para cambiar e imponer una propia moneda, con su propia cara impresa en los nuevos billetes a sabiendas que la SECON hubiese realizado un bonito trabajo en el diseño. Pero sabía y sabe que el 99,99% de los ecuatorianos estaban firmemente de acuerdo con que el dólar  siga circulando, y luego de hacer este señalamiento, afirma que nunca saldrá de la dolarización. Entonces ¿para que habla? Hablar demasiado es el pecado más frecuente en nuestro Primer Mandatario.

Nos ha dicho en una de esas tantas comparecencias ante la prensa, y esta vez desde Latacunga, que no tener moneda propia es como tener armamento pero sin municiones. Y así fuimos a la guerra con los mismos dueños de la moneda que diariamente usamos.  Ha sido el propio Presidente quien ha puesto el tema de la dolarización en la palestra y nos da oportunidad de hablar del tema sin que pueda meternos presos por crear pánico financiero.  

¿Porqué se dolarizó?  Por la necesidad de frenar la avidez política que gasta todo lo que sea necesario para afianzarse en el poder, y pasar la cuenta al siguiente gobierno para que se inicie con un desgastador paquetazo. La crisis de 1.999 se dio además por una crisis bancaria causada por la falta de control por parte del Estado. La Junta Monetaria estaba tomada por los propios banqueros, y de esa manera se podía actuar a mansalva. Los bancos dieron préstamos, siempre en dólares y muchas veces a favor de sus propios accionistas, amigos y allegados. Esa empresas "robustecidas" vía crediticia o creadas al apuro para ello, se dedicaron a ganar altas tasas de intereses en sucres, y se vivió alegremente con este juego financiero que no producía sino un compulsivo y alegre jineteo.  Mi criterio es que en esas circunstancias, cuando las tasas de intereses galoparon por encima de la producción real, y las deudas en dólares eran ya impagable por la devaluación impulsada por la estupidez pública y los excesos en el estilo de vida de muchos endeudados. Debió quebrar todo aquel que no pudo honrar sus deudas, muchas de ellas dolosas. La única manera de ponerle fin a esa espiral inflacionista, fue la de adoptar el dólar como moneda circulante. El sistema político perdió la fe pública. Fue muy duro al comienzo entrar con la dolarización, pero con un tipo de cambio alejado de los caprichos políticos, Ecuador avanzó y bastante. Lo triste es que muchos se beneficiaron mediante aquella estupidez que se llamó sucretización, un verdadero crimen de Estado, gracias a la cual todavía hay beneficiados rascándose la panza, sea aquí o en la Florida.  Total que la gente está a favor de la dolarización y Correa no se atreve a retirar los dólares como moneda de libre circulación y medio de pago. Quiere ser reelegido y como es valiente y atrevido, irá a la guerra con armamento chino, pero sin municiones.

La actual crisis es fiscal causada por un desmedido gasto público destinado a crear una clase media burocrática y a cautivar al elector con obra pública. El eje de la popularidad de Rafael Correa se debe a esa enorme forma de gastar por los cuatro costados, y a la difusión publicitaria de esas obras. Fue posible por la hiperactividad de Correa, por la bonanza petrolera, y por la eliminación o aplastamiento de las otras funciones del Estado. Sin oposición política, con prensa controlada y con ingresos abundantes provenientes del precio del barril de  petróleo, jugó geopolíticamente aprovechando  la interacción geopolítica con China. Substituyo así al tan odiado Fondo Monetario  que vigila las cuentas de sus deudores. Las Chinos para dar préstamos no requiere otro requisito que garantías reales en petróleo, o contratar obras públicas entregadas a empresas chinas.  Los convenios se escriben en chino y punto.

El “economista” Correa confunde o se confunde cuando comienza a hablar de que no hay gasto público en exceso, porque afirma que el gran porcentaje es inversión. Muy difícil monitorear desde cuando un gasto público pasa a ser una inversión y también habría que distinguir entre inversiones buenas como lo es una carretera, o una mala como los helicópteros aquellos, o en un aeropuerto  sin tráfico aéreo.

Una mala o apurada o acelerada inversión puede quebrar al país más rico del mundo. Hay un límite natural para las finanzas públicas y privadas. Este límite se llama flujo para mantener a la rueda de la economía rodando. Hay que tener un presupuesto equilibrado, sea con moneda propia o ajena. Hay que tener hospitales, pero operativos porque eso es lo difícil. Invertir en cemento es una cosa y lograr que las cosas funcionen es mucho más lento y difícil. Se pueden hacer mil colegios del milenio sin profesores o alumnos, se puede contratar servicios de salud en clínicas privadas, pero atrasar los pago de facturas porque no alcanza a cubrir el rol de pagos de Senplades o de las FFAA.
  
Correa se sintió omnipotente. Se dio el lujo de ofrecer pagar las preferencias arancelarias que se perderán con los Estado Unidos, el enemigo público número uno. Se dio el lujo de construir una sede de Unasur o de equipar decenas de edificios públicos u amoblarlos con sillas importadas pese a aquella cantaleta del cambio de la matriz productiva, pues sillas nacionales las hay desde siempre. Abrió visados y consulados a diestra y siniestra.  Emprendió carreteras, hospitales, colegios, aeropuertos, y construyó parques y obras en las ciudades  donde el actor hubiese debido ser cada Municipio. No se puede hacer todo a la vez y eso el elector lo comprende. Él dice que no es gasto lo que hizo, que es inversión contabilizada como gasto, y que por eso las comparaciones con años anteriores no son válidas ya que este gobierno ha corregido la clasificación de las cuentas, así como acaban de hacer a su favor con la eliminación del aporte del Gobierno al Fondo  de Jubilación y que antes constaba en el presupuesto general del Estado. Lo hicieron simplemente para mejorar el aspecto contable de las cuentas públicas y poco les importó los jubilados de aquí a 10 años, quienes pagaran las consecuencias.

Y ahora, como parte de la receta ante la crisis encarga a la Senplades que reformule los recortes en el organigrama del Estado, cuando fue hasta ayer mismo la institución que diseñó un sector público inmenso y lleno de jefaturas  para justificar sueldos superiores a los que se pagan en el sector privado.  ¿Cual será el destino de Yachay y de esa ciudad diseñada para preparar a técnicos que no tendrán cabida en el sector privado, divorciado que está del armatoste económico del siglo 21? Senplades ha incrustado tecnócratas en cada puesto de nivel importante a discípulos suyos. Habría que aspirar, digo, a reducir ese organismo pernicioso como un cáncer que ha “planificado” un País de las mil maravilla en PowerPoint para que luzca más bonito.

 Los empresarios o ya vendieron sus empresas a transnacionales, o al menos ya tienen sus reservas en dólares ubicados lejos del esquema impositivo. No hay confianza. El anuncio de los nuevos impuestos a la plusvalía y herencias, ya causó sus estrago psicológicos. Los emprendedores medianos se han contentado  con lograr participar en la ventanilla, llamada portal de compras públicas, que son expeditivos, sorpresivos y libres de control respecto a que no se sabe si estaban apalancada en información privilegiada o anticipada. Miles de millones de dólares se han manejado por esta vía. En fin, ¿ se podría afirmar que Rafael Correa invirtió o gastó en forma compulsiva para acrecentar su figura política? ¿Su YO crece en forma de burbuja?. ¿Se está gastando o invirtiendo en su reelección indefinida? ¿Se ha gastado invertido con prudencia?  Cada cual tiene su respuesta, pero lo cierto es que Correa más que un economista es un político y eso nubla sus ojos.  




domingo, 16 de agosto de 2015

YACHAY BOYS


Me inspiro en la historía biográfica de José Andrade, que nos la cuenta en GkilllCity  http://www.gkillcity.com/articulos/el­mirador­politico/no­mijito­no­se­puede .
Cuando su madre le dijo, “no Mijito, no se puede ir a la universidad de Stanford porque aquí la realidad ecuatoriana no había el desarrollo suficiente como para tamaña aspiracíon”. En Chone no había ni un PHd. nos lo dice con puchero. Sin embargo superando incluso el consejo de su madre, fue, vio y venció. Así nació Yachay. Buen guión para que Sebastían Cordero se inspire y ponga a rodar la película; Los YACHAY BOYS con Andrés Crespo actuando en cualquier papel menos en el del compañero René por incompatibilidad morfológica o casting como lo suelen llamar. 
¿Qué es primero se pregunta José? ¿una excelencia académica o una economía desarrollada.? Por supuesto que él considera una falacia la primera posibilidad y diagnostica que  no somos una economía desarrollada porque aún no tenemos universidades de calibre mundial.”  La cuestión a dilucidar es resolver que es primero, si el huevo o la gallina. Este es un enigma que ya se ha lo resuelto hace alguna decenas de generaciones, cuando todavía no había universidades. El huevo se desarrolla primero porque está conformado por células simples y primarias que evolucionan en complejidad hasta conformar un organismo, que es la gallina, y mucho más hasta que se forma la gallina de huevos de oro, que es lo que parece ser el artilugio del cual estamos hablando.
Es así como Senplades emite un “dictamen de prioridad” para crear el Proyecto Ciudad del Conocimiento Yachay, financiado a través de recursos fiscales que alcanzan la suma de 1.041 millones a gastarse entre el 2012 y 2017.  El 31 de marzo de 2014 arranca la primera generación de Yachay y con ello inicia un ciclo que, esperan ellos, genere un nuevo boom, el boom del conocimiento”,  tal como textualmente dijo René Ramirez en el acto inaugural donde asistieron más de 3.000 personas, Presidente con su mal inglés y pésimo frances incluido. Compara ese momento inaugural con aquel otro cuando Bombita Rodriguez, un general rechoncho rodeado de medallas, hizo desfilar el primer barril del líquido negro que en 1972 dio inicio simbólico del boom petrolero.

Lo de Tech viene después como una guirnalda necesaria para tener reconocimiento internacional. Se escogieron los cerebritos que habían obtenido mas de 800 puntos en el examen del CES. Como no lograron el número de alumnos requeridos bajo las rigurosas reglas que impuso el sabio René, el primer año lectivo se inició con 172 estudiantes y optaron por rellenar aceptando a otros 243 que actualmente está en “Nivelación General Emblemática” (observen que cuidadosos son las rimbombancias  literarias) 

Como se trataba de un proyecto que está pensado en grande, se expropiaron 4.500 hectáreas que según fuentes no confirmadas se tragó de un bocado los primeros 100 millones de dólares o huevitos, diría yo. Contraloría nos informará si ese es un precio justo y adecuado  y espero que cuando se aplique la ley de plusvalía habrá algunos millones que se deberá recuperar. La ubicación fue selecciona por la Senplades de acuerdo a cuatro factores rigurosos: clima, accesibilidad, fuentes de agua y baja vulnerabilidad sísmica. Era en Urcuqui, o no era.  Si tuviésemos un sentido de equidad creo que debió construirse este paraíso del conocimiento en Esmeraldas, la provincia segregada por su negrura petrolera que queda a tan solo hora y media de Yachay. Lindas playas y ya. 

Dudo que la Contraloría tenga las agallas necesarias para analizar juiciosamente este complicado tema. Habrá que esperar algunas décadas para saber si Ecuador alcanzó,  al menos, la altura de los países BRICS que José Andrade menciona para probar que todo nuestro tercermundismo  se debe a  la falta de universidades de excelencia. Recemos para que esta generación de YACHAY BOYS produzca lo que José Andrade nos promete que van a producir, o al menos lo necesario para auto financiar esa ya famosa universidad. Mientras tanto tenemos el derecho de discrepar con los intereses de la Senplades y de esa tecnocracia criolla que teje y maneja sus redes de araña a vista y paciencia de todos los que se dejan deslumbrar por esa vanidad correísta que se encontró con la circunstancial abundancia de recursos petroleros.   



Yo recomiendo no saltar etapas. Empezar con el bachillerato Tech, y a los 10 cerebritos que vayan pescando anualmente, becarlos a las mejores universidades del mundo. Eso es lo que están haciendo los jóvenes talentos de todos los países  que así como una vez José Andrade lo hizo, y san se acabó. Luego habrá todavía que ver si luego de ello, quieren trabajar aquí en medio de la inseguridad jurídica y doctrinariamente en contracorriente a las inercias empresariales aunque predica el emprendimiento como génesis del progreso. Emprendimiento sin empresas es la dicotomía que predica el actual gobierno. Ojalá José Andrade logre sacar adelante el proyecto y se instale definitivamente en Ecuador  dejando allá, en los Estados Unidos,  todo lo que tenga que dejar como profesor asociado y director del Laboratorio de Geomecánica en California Institute of Technology (Caltech). Mi consejo personal es que continúe allá, donde quizás algún día logre un primer premio Nobel, el primero que un ecuatoriano levante para orgullo y ejemplo de nuestro Ecuador criollo. Si se queda aquí regentando un sueño, no llegará a ver mucho más que lo que ahora defiende por 16.200 dólares mensuales. 

jueves, 30 de julio de 2015

! YACHAY !





Yachay, es un vocablo kichwa que significa conocimiento. Y así bautizaron a una ciudad planificada desde cero, para que allí funcione la Universidad Tech dedicada a la “innovación tecnológica y negocios intensivos en conocimiento, donde se combinan las mejores ideas, talento humano e infraestructura de punta, que generan las aplicaciones científicas de nivel mundial necesarias para alcanzar el buen vivir” y lograr así el ya famoso cambio de la matriz productiva. Se la inauguró el 1 de abril del 2014 con 187 estudiantes altamente calificados como los más brillantes y que hubiesen alcanzado 850 puntos en el examen de educación superior. El impulsor más visible de este sueño es René Ramírez Gallegos, ahora Secretario de Educación Superior, personaje poco dado al dialogo y especializado en monólogos y disertaciones apoyadas en el inefable PowerPoint. Es considerado una suerte de dios, o una eminencia en esto de la revolución educación del siglo 21.

Yachay se construye en 680 hectáreas, y hasta el 2017 el presupuesto asignado es de 1.043 millones de dólares. Primero lo primero y es así que se utilizaron mas de 100 millones en la expropiación de 105 propiedades. Lugar, clima y ubicación privilegiados. Mínimos detalles estudiados. Viajes a Corea y con Correa para santificar una promesa de primer nivel.   

Actualmente hay 620 alumnos, atendidos por 185 empleados y docentes, cuyo rol asciende al medio millón de dólares mensuales. La Universidad está regentada por una Comisión Gestora  conformada por 4 miembros académicos; Joh Ares Rosakis, Guruswami Ravichandran, José Andrade y Fernando Albericio. Cada uno de estos funcionarios ganan 16.300 dólares mensuales, aunque el Gobierno sigue cacareando que nadie debe ganar más de los 8.000 que le corresponde al Primer Mandatario. Hasta ahí la luna de miel. De pronto Fernando Albericio, PhD en Química Orgánica por la Universidad de Barcelona, ciudadano español de 62 años de edad, que desde hace 4 meses ejercía como Rector es despedido a pesar de ser el único miembro de la Comisión que residía en Ibarra y estaba al pie del cañón. Los otros viven en California donde tienen otros trabajos con los cuales redondean un ingreso de medio millón de dólares anuales. Vienen tres o cuatro veces al año, sesionan vía Internet, y cuando vienen cobran viáticos de 300 dólares diarios más los correspondientes pasajes. No se sabe si viajan en asientos de clase turística, o a lo Carlos Marx.

Es así como Albericio se rebela y revela irregularidades en la gestión de la Universidad, de las cuales él hacía parte. No se trata de corrupción, dice, sino de irregularidades entre las cuales la tendencia a causar gastos excesivos e innecesarios. Cuenta, además que sus colaboradores más cercanos han recibido amenazas de muerte por soltar la lengua. Nos afirma que los estudiantes siendo muy inteligentes no tienen bases suficientes en matemáticas ni comprensión oral y que por tanto se ha debido hacer cambios en las siete carreras universitarias disminuyendo asignaturas ya que todo se fue haciendo muy a la carrera.

Albericio nos dice que su desavenencia con los otros tres miembros del Comité viene porque él cree que no se de debe propender al gasto dadas las actuales condiciones económicas del país, y que se tiende a contratar consultorías internacionales. Por ejemplo se pretendió pagar 450.000 usa. para analizar los doctorados que se necesitan en Ecuador, o que se debió ser más cuidadoso con un contrato que se hizo pagando 700.000 a un cazador de talentos para buscar lo que “ellos llaman autoridades”, y que esto obliga a gastar mucho en la logística donde los posibles candidatos vienen con sus esposas desde cualquier parte del mundo.
 
Nos cuenta que La Junta, o Comité,  siempre opta por las soluciones costosas como cuando los otros miembros  querían pagar UN MILLÓN de dólares a Carnige Mellon, un centro de investigación en EEUU, para enviar a 5 estudiantes para prepararlos. Albericio cree que hay demasiadas consultorías en Ecuador, y yo creo que bajo esta modalidad se esconde realmente el fondo del problema, porque las auditorias se ha vuelto una forma muy común para sacarle dinero al Estado. Y esta si es una buena razón para que los sempladinos se irriten.  y que haya incluso quienes estén dispuestos a amenazar de muerte a los disidentes. Semplades, es a mi criterio, el matorral de las consultorías que se llenan de Phds y se introducen bajo esos honoris causa y esas capas de vivos colores y birretes adefesiosos,  para incorporarse a esa nueva clase social o casta internacional. 

La semana pasada, usando el twitter, critiqué la pedantería o metrosexualidad  académica de la que hicieron gala Pavel Muñoz y  Fander Falconí en un foro en el participaron junto a Alberto Dahik y Walter  Spurrier. El argumento de los panelistas que representan a la Revolución Ciudadana , respecto a las criticas que recibieron por los excesivos gastos del Estado, fue simple. No se puede recortar ni en educación, salud ni  seguridad, ni publicidad agrego yo. Al parecer lo que se le ha salido de las manos a este gobierno son la falta de humildad y la falta de austeridad. Están gobernando como “iluminados” y es así como un proyecto emblemático y noble como lo es Yachay, al cabo de su primer año ya está mostrando grandes fisuras y creando un agujero negro difícil de tapar. Tarde o temprano terminará el mandato de Correa, por las buenas o por las malas, pero quedará su herencia exenta de impuestos; un gasto burocrático genético y un grupo de tecnócratas que se instalaran en el poder por siempre y amén.     




sábado, 25 de julio de 2015

LA REELECCIÓN PRESIDENCIAL





Rafael Correa tiene 52 años de edad. Luce vigoroso y  fuerte exhibiendo un don de ubicuidad sobrenatural. Amén de su antiguo problema de la rodilla que parece haber sido superado, no se conoce de ninguna otra dolencia física, ni una gripe siquiera, durante los ya 8 y más años de enorme trajín. Ni la garganta se le inflama de tanto hablar. Se supone que si tiene un médico de cabecera, cubano o no, que todo gobernante lo tiene por el mismo protocolo de la seguridad. Pero es lógico suponer que conforme prolongue indefinidamente su mandato algún día se enfermará o estará impedido de ejercer a plenitud. Cabe, además, recordar que los dos presidentes que gobernaron Ecuador por más de 10 años, terminaron asesinados. Ocho años como periodo presidencial, bajo la fórmula actual norteamericana, me parece prudente y adecuado. Todo lo que sobrepase es exagerado y en mayor número de veces termina mal.

Hugo Chávez ejerció intensamente el poder durante de 14 años, y fue una gran irresponsabilidad de su parte presentarse a su última  reelección a sabiendas de que padecía de cáncer terminal. Su última reelección fue un acto deshonesto y constituyó un engaño electoral  fríamente organizado. Fue reelecto 7 de octubre de 2012 y murió,  a los 59 años de edad, apenas seis meses después.  John Kennedy murió a los 46 años y está por demás decir que si no hubiese pretendido ser reelecto, no se hubiese producido el atentado que le cegó la vida.

Eso en cuanto a la salud física propiamente dicha, pero  hay enfermedades que no son de fácil diagnostico por sus manifestaciones clínicas que se puedan demostrar con exámenes de laboratorio y con incluso índices objetivos de medición. Otras no, entre las cuales las enfermedades emocionales o fallos cerebrales que impiden un correcto ejercicio del PODER (así con mayúscula).  Nadie se atrevió a hacer un examen psiquiátrico a Abdala Bucaram Ortíz, auto calificado como “el loco que ama”.  Sin embargo fue destituido por “loco” y creo que tampoco se sabe si usaba estimulantes de algún tipo que hagan explicables ciertas manifestaciones extrañas o no convencionales que eran observadas durante su ejercicio de la dignidad y que dieron paso a esa destitución inusual que rompió la estabilidad política de la que veníamos gozando.

 Tampoco nadie se preocupó de hacer una examen de salud de Jamil Mahuad, cuyos períodos de depresión lo obligaban a encerrarse en un jacuzzi y hacer consultas astrales y esotéricas. Sufría de depresiones profundas durante las cuales se aísla a los Freddy Ehlers, el ministro de la felicidad. La impuntualidad de Jamil era extrema y había indicios ciertos de que algo no andaba bien con su salud emocional. Tuvo un incidente vascular que en cierta manera hacía obligatoria de una revisión médica pública para optar a la elección. Cuando eso sucedió Jamil tenía apenas 42 años de edad. Un año después estaba a cargo de la Presidencia y tuvo que afrontar temas tan complejos como la firma de paz con el Perú, y un desajuste financiero muy difícil de controlar.  Jamil no estaba apto  físicamente para ejercer las funciones de Presidente de la República en el momento que le tocó, y el país entero debió pagar las consecuencias. Pensar que Jamil o Abdalá hubiesen tenido abiertas las puertas para un reelección indefinida estremece.

Hybris es una término griego que se usa clínicamente ya que hace alusión al vértigo de poder que hace actuar desmesuradamente a quien desarrolla un exceso de confianza en  sí mismo de manera muy exagerada o prepotente, de tal manera que entra en acciones imprudentes. El ego se inflama y tiende a pensar que sólo él tiene la razón. Se ha estudiado bastante, en el tema de la invasión de Irak, si Bush y Blair se auto reforzaron en su convencimiento de la necesidad de la invasión, más por hybris  que por argumentos respecto a que si había o no armas de destrucción masiva. Esta ficción de que sí las había resultó no ser importante sino para obtener aprobación política, porque en ningún momento los dos líderes mundiales había trazado planes sobre que hacer el día después de Saddam Hussein. Las consecuencias mundiales de esta acción han sido brutales. Al ejercer el poder las personas tienden a desorientarse y a crear sus realidades alejados de la prudencia y de las consecuencias que podrían sucederse desarrollando esto que se llama la enfermedad del poder o hybris. Una razón muy válida y suficiente como para evitar que constitucionalmente se acepte la reelección indefinida, sea la de Correa o la de cualquier otro ciudadano.

El síndrome de hybris  toma fuerza y peligrosidad conforme se alarga el período de ejercicio del poder. Estoy seguro que este síndrome causa enormes estragos también en los empresarios que amasan dinero rápidamente, que se habitúan a actuar con excesiva confianza en el manejo de sus asuntos, lo cual afecta muchas veces a todo el país. Hubo y hay empresarios y banqueros con hybris que sin ser malas personas se atolondraron con su poder y desdibujan y empañan las bondades del sistema capitalista cuya mejor virtud es liberar las energías de la creatividad a cambio de una recompensa económica. Pero en esos casos existe, aunque sea en teoría, el Estado para refrenar los abusos contra el bien común. En caso de la Presidencia de la República el alargar indefinidamente su período no hace otra cosa que exponer más los riesgos respecto a la salud física y la mental (hybris) de quien se siente embelesado por esa embriaguez que causa el manejo del poder.

Debate de si la reelección indefinida debe o no permitirse no se va a dar. Hay quienes pensamos que Correa ya dio lo que podía dar,  y que, además, es peligrosa dada la naturaleza y las limitaciones humanas. En mi opinión Correa  sufre ya el síndrome de hybris y brota semanalmente  a flor de piel. Se gobierna con audacia y con mucha temeridad y con  muestras de un YO sin humildad. Y sin humildad ni mesura no hay forma de que ninguna aventura termine bien.