jueves, 9 de mayo de 2013

LA GOBERNACIÓN DEL GUAYAS EN CUEROS


Henry Raad 20 agosto 2009

Cuando Abdalá Bucaram estableció efímeramente, la Gobernación de Pichincha, prácticamente sentenció su carrera política. Quito no perdona que empañen su esencia de capitalidad extrema. La Gobernación, tal como lo entendemos los ecuatorianos es una señal de subordinación al poder central. 

Así se explica que Pichincha no tenga gobernador, siendo el suyo el mismo Presidente de la República. Mientras tanto la Gobernación del Guayas ha sido la más importante de ellas, a causa de la población que esta provincia representa. Es un cargo en la práctica sin presupuesto importantes, ni otra función que la de ejercer ciertas influencias en la esfera protocolaria y política, siempre y cuando se mantenga en buenas y frecuentes relaciones con el Jefe de Estado, y no se disloque con el Ministerio de Gobierno, pues puede ser llegar a ser menos que la intendencia como algunas veces lo ha sido. 

Una ocasión pregunté a Jaime Nebot, que significaba para él la Gobernación, habiéndola ejercido mejor y más intensamente que cualquier otro Gobernador que yo recuerde. La respuesta fue simple: la gobernación es lo que el Presidente quiere que sea; protocolaria, discreta o protagónica. 

Resumiendo este cargo es una suerte de condecoración o reconocimiento a una persona, y puede significar también una suerte de vicepresidencia de la república, que así mismo resultó durante los hechos de Taura cuando desde la gobernación del Guayas se impidió que desde Quito el Parlamento derroque a León Febres Cordero. 

Con los cambios geopolíticos que la revolución ciudadana pretende, las provincias finalmente desaparecen o se desvanecen y se crean siete “departamentos” o regiones, amén de los Distritos Metropolitanos de Quito y Guayaquil, sin que se haya definido que mismo es esa cosa en cuanto a las relaciones de una región en su nivel de dependencia con el poder central. Pero esto, según SENPLADES, es un proceso que toma de ocho a doce años, razón por la cual seguimos en la práctica aparentemente bajo el esquema anterior. 

Es decir que el nombramiento repentino del esmeraldeño Roberto Cuero, Presidente de la Junta Cívica Popular organizada para armar las bases populares, tiene un especial significado, una vez que hemos aceptado que la Gobernación es aquello que el Presidente quiere que sea. Según palabras de Cuero “Tenemos que consolidar el proceso de PAIS, tenemos que consolidar las bases. No podemos dar espacios en este proceso de revolución. No podemos permitir que las bases estén dispersas. Hago un llamado especial a los líderes de cada uno de los sectores para que esto se concrete”. Es un personaje certero para aquello que ha prometido el Presidente, cuando ha dicho que se va radicalizar la revolución tomándose cada vecindario para defender a la revolución ciudadana. 

Ahí está el fondo del asunto: ya perdieron su brazo operativo callejero con el MPD y la UNE, y la meta es movilizar un frente de choque que ayude a frenar a las hordas de estudiantes, choferes, profesores y opositores, que perturban los martes en la sede del Gobierno ubicada en donde era el Banco del Progreso. 

La Junta Cívica Popular no tenía ingresos propios como para mover masas, y al pasar Cuero a la Gobernación tiene además de algunos dineritos, la logística con la Policía, y del Ministerio de Gobierno. Nos alegra que Cuero represente a una etnia, en el sentido que hace honor a esa capacidad anfitriona que Guayaquil ha tenido para con todo aquel que sin ser su nativo, en ella se ha domiciliado. No se han atrevido todavía a poner a un indígena, y han buscado otro facha menos atrevida para mandar su mensaje revolucionario mediante un simple nombramiento a un cargo sin funciones establecidas. Ya no más “pelucones” como gobernadores de esta provincia es el mensaje adicional que Vinicio Alvarado saca de este sorpresivo cambio. Están utilizando las etnias como recurso revolucionario, sin percatarse con ello que son ellos quienes crean un discrimen en sus ansias publicitarias. 

Comentarios [4] 

me parece un muy buen análisis el comentario de henry raad sobre la gobernación del guayas en época del socialismo del siglo xxi 

vladimiro alvarez · ago 20, 11:27

no estoy en contra del color ni de la raza de la gente, pero este señor cuero no me da buena espina. el otro día veía en la televisión cómo gesticulaba y mostraba ademanes prepotentes, los ojos se le salían de las órbitas refiriéndose a los cdr, que como dice usted señor raad: es un personaje certero de correa para radicalizar a fondo la revolución, sobre todo en esta provincia, donde el régimen no ha podido penetrar ni tomársela. ya veremos dónde desemboca todo este thriller. 

isabel garcía peralta · ago 20, 16:53

si el sr cuero quiere formar un millon de comites de defensa de la revolucion, nosotros los guayaquilenios tendremos que movilizarnos y organizarnos para formar dos millones de comites de defensa de la libertad y la democracia, basta ya de ver esta pelicula de terror comodamente sentados frente al televisor y a la computadora ,por eso invito a todos los que comentamos en esta trinchera a contactar a nuestros respectivos municipios y nuestros representantes en la asamblea para ver como podemos lograr esto, para ayudar a los mas inocentes a no caer en las redes de los tiranos y defender el futuro de nuestros hijos. que sea guayaquil la luz de la libertad y la democracia 

mariateresa · ago 21, 00:58

un gran saludo al ing roberto cuero , desde españa le saluda su colega kelvin riascos , te deseo suerte y exitos ya que creo en tu gran capacidad y tu constante espiritu de servicio, un abrazo. kelvin 

kelvin jair · oct 5, 13:48

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