jueves, 9 de mayo de 2013

LAS ANSIAS DE PODER

máximo

Las ansias de Poder


25 enero 2008

El Banco del Pacífico fue un gran pionero en la renovación tecnológica del sistema bancario. Obligó a su competencia entrar de lleno en la era informática y vendió una imaginen del <Banco, Banco> un slogan muy significativa en esos tiempos en los cuales los bancos se convertían en fuente de información y de poder para adquirir nuevos negocios. Bastantes rezagos de eso quedan todavía. quienes así los adquirieron, pese a que los bancos ya quebraron.

El Banco del Pacifico fue un buen ejemplo empresarial positivo gracias a la mentalidad progresista de Marcel Laniado. La historia no tuvo un final feliz para Don Marcel, como me gustaba llamarlo, porque no preparó la sucesión profesional en la conducción del Banco y prevalecieron sentimientos familiares.
Se produjo un embrollo financiero por mal uso de recursos bastante solucionable por otras vías, si acaso un ex funcionario del Banco, encaramado al nivel de Ministro, no sufría a su vez un ataque de ansias de poder, y cometió uno de los mas grandes atropellos jamás tan bien encubiertos ante la opinión pública. Expeditivamente, y triangulando con otros banco quebrado, se incautaron las acciones de tantos y tantos socios que habían confiado en aquel banco gran crecimiento. Don Marcel no era un socio acaparador de acciones y no tuvo en su poder más allá de un tres por ciento de las mismas, e hizo partícipes a sus empleados y a cerca de cinco mil accionistas. El gran incautado resultó ser los Fondos de Inversiones que sirvió para diluir la porqueria, al cual Don Marcel había atraído para refrescar el capital del Banco,. Así de pronto y de facto el nuevo dueño ilegal de las accionistas pasó a ser el todopoderoso Banco Central. Vino la dolarización y la crisis bancaria. Para sobrevivir a las tentaciones y dificultades se cometió el acierto de entregarlo a una administración privada española que empezó a operar el 31 de octubre del 2001.

Félix Herrero y Roberto González los españoles artífices de este milagroso levantar del Banco del Pacifico, han sido estigmatizados por el Presidente Correa de ganar demasiado ya que su sueldo es seis veces del tamaño del sueldo del Presidente. Con este simple argumento se termina el contrato de administración española, y se lo entrega a un amigo suyo. Vuelve el fantasma de las ansias del poder, causante de tantos daños. Se estigmatiza a quien gana mas allá de lo que el Presidente de la República se ha fijado como sueldo, sin considerar las capacidades administrativas para administrar dineros ajenos. Quizás para el caso de Rafael Correa sea ese un sueldo justo, pero hasta ahí no mas amigos. Quizás ese es el sueldo que hubiese podido optar Rafael Correa administrando una empresa privada, pero Feliz Herrera y Roberto González no. Ellos sin duda irán a otro país a ganar lo que merecen, y que se lo auto financiaron con largueza. Sin duda que las ansias de poder destruyen todo lo que se pone en su paso. 

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