martes, 14 de mayo de 2013

NARCOTRÁFICO Y DILOMACIA



Publicado por Henry Raad en domingo, marzo 11, 2012

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El reciente caso de la valija diplomática, que a más de hacer quedar en ridículo a la Cancillería, demuestra que las redes del narcotráfico se están inmiscuyendo en la intimidad de las esferas administrativas del gobierno, lo cual nos debe llevar a un momento de reflexión y profunda investigación. En vez de ocultar las cosas y soslayarlas, las autoridades, los legisladores, los jueces, la policía y la sociedad entera deben meditar si acaso el problema es que realmente no queremos afrontarlo aceptando que bajo los esquemas prohibicionistas, el mundo y los gobiernos están perdiendo la batalla contra esta plaga que es la del crimen organizado alrededor de la adicción que causa la droga. Quizás sea hora de propulsar internacionalmente la tesis de que para proteger a los consumidores de los indeseable efectos de los estupefacientes causamos más daños colaterales a terceros que son los derivados del sicariato, de la corrupción, de los carteles y de la violencia generada alrededor del gran negocio. Cambiar este orden de cosas no depende de nosotros, sino de los países consumidores donde si no se ha despenalizado ni se ha regulado el expendio de las drogas, quizás es porque el narcotráfico ha llegado a los núcleos del poder. 

A mi entender el consumo de drogas no es un problema tanto policial, cuanto un problema de salud pública. Ciertas drogas como la marihuana deben ser tratados como el cigarrillo, y otras como la coca y derivados como medicamentos regulados. Debe haber manera de adquirirlos legalmente para impedir que su tráfico sea tan rentable. Quienes optan por la opción de vivir con drogas están en la misma categoría de los adictos al cigarrillo, al licor, al juego. Causa y consecuencia, esas son las leyes de la vida. Si debido de sus adicciones infringen la ley, entonces entra a imponerse el derecho penal. 

Es más inteligente que nuestro gobierno aproveche esta circunstancia lamentable para acepar que es vulnerable ante el poder del narcotráfico, y que ponga en el tapete internacional una tesis contra el prohibicionista invitando a que se luche contra las drogas no tanto con armatostes policiales, sino con mecanismos que apunten a amparar la salud pública de los consumidores de esos países ricos permitiendo el acceso a las drogas de forma regulada. 

Mentalmente deberemos prepararnos para aceptar que luchar contra el prohibicionismo quizás sea un mejor camino para controlar la plaga, antes que andar olfateando las maletas de pasajeros o las valijas diplomáticas, disparando, apresando, encarcelando y aumentando así el valor agregado de las drogas que articula y fortalece a los carteles. No debemos escandalizarnos ante propuestas semejantes, y ojalá nuestro Canciller sepa manejar este discurso en los foros internacionales remarcando el gran problema que significa a los países como los nuestros, gastar montañas de dinero para ayudar a controlar la salud pública de los ciudadanos del primer mundo. Finalmente es mas sana y saludable esta propuesta que la de estar respaldando a Siria o Irán en sus matanzas a cuenta de la soberanía, pero criticando a los EEUU porque permite la pena de muerte. 

Volviendo a casa y al caso de los jarrones de coca, creo que si alguna responsabilidad tiene el canciller Ricardo Patiño, es la de haber desmantelado ese organigrama que existía en el Ministerio. Era una mafia, en el sentido de grupo cerrado, pero de compadrazgos bañados y adornados de un corte social tradicionalista y académico. Nuestro canciller pasa viajando con su guitarra en mano y muy preocupado en la revolución internacional que quiere liderar, disfrutando de la aventura de destruir al imperio yanqui, y en contrapartida ha descuidado el control interno administrativo de una cancillería donde llegaron por montones revolucionarios reclutados a dedo sin más referencias que la fidelidad a la revolución ciudadana. Si de algo es culpable nuestro canciller y su guitarra, es que realmente el no sabe lo sucedido con la valija ni supo evaluar o controlar que se ponga en vigencia un cambio del reglamento para permitir que la valija se convierta en un contenedor diplomático En cualquier otro país hubiese sido separado del cargo ipso facto, pero aquí la revolución es lo que cuenta. Rafael Correa apoya a su amigo y lo respalda incondicionalmente sin haber movido un dedo para ir siquiera hasta las primeras consecuencias de este hecho escandaloso e insólito. Al contrario, lo lleva al proscenioa cantar en dúo y uno debe frotarse los ojos para saber si es real tanto desparpajo e irresponsabilidad ante un tema tan delicado. Sin duda que están sobredorados. 

Etiquetas: Polémica, Política

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Francamente, Dr. Raad, usted apunta como francotirador y da, por lo general, en el blanco; personalmente no creo que el Canciller haya tenido algo que ver con la narcovalija pero no veo que esté haciendo algo trascendente en general con su posición, tampoco considero que debe estar de acólito ni de la Unión Europea ni de USA pero tampoco de Irán o Venezuela, peor de Nicaragua o Cuba.

La verdad es que la Cancillería no ha evolucionado un ápice, a mí en lo personal me llegan correos electrónicos masivos proponiéndome participar en ferias como la de Managua ¿?, o La Habana para exponer cigarros hechos a mano que hace más de diez años no exporto, eso quiere decir que tienen bases de datos obsoletas, que las envían usando Microsoft Outlook con direcciones expuestas en CC (con copia) que son materia prima de spams, y así, al infinito.

Nuestro país, una vez más, pierde liderazgo y orientación sana en el mundo de los negocios, aunque sí es noticia por la narcovalija.

Adelante Dr. Raad, que el Señor lo bendiga y le dé sabiduría.

Cordialmente,

Econ. Carlos Jurado Peralta. 

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