viernes, 17 de mayo de 2013

TORPEZAS E INÚTILES BATALLAS



TORPEZAS E INÚTILES BATALLAS

Publicado por Henry Raad en domingo, marzo 04, 2012

 2 comentarios



El 18 de diciembre expuse ya mi criterio respecto al monumento de LFC. No me gustaba la obra en su ejecución artística, ni el lugar seleccionado por incoherencia histórica y arquitectónica, y expresé además, que el gobierno central no podía inmiscuirse. Dos meses más tarde encuentro más y más torpezas respecto al mismo tema, y es que cuando están subyacentes e implícitas consecuencias políticas vamos obligatoriamente a polemizar en beneficio de los propios odios, tendencias o afectos. Y tratándose de un personaje como lo fue LFC era de prever lo ácidas que serían las acciones y reacciones. 

Opiné también que ningún ministro o ministra nombrado a dedo puede inmiscuirse en las atribuciones del Concejo y de un Alcalde elegidos en las urnas para regentar el urbanismo de una ciudad determinada. Caso contrario sería mejor, como sucedió durante la dictadura militar de los setenta, que fuese el mismo poder ejecutivo quien nombre directamente a quienes representan a la ciudad y a las provincias. Opiné que los bienes y mobiliarios urbanos son propiedad de la ciudad y representan o deben expresar o reflejar su historia e idiosincrasia. Opiné que mientras este sistema geopolítico rija, y mediante elecciones directas se elijan a sus autoridades seccionales, ninguna ley ni reglamento que se dicte puede permitir la injerencia del gobierno central en estos temas urbanísticos y locales. 

Cuando parecía que la Ministra estaba derrotada en su capacidad de actuar para imponer su criterio, aparecen los diablunos, un grupillo activista de izquierda serrana, voluntariosos para acciones callejeras muy dispuestos a apoyar el relajo con la complicidad de una alicaída gobernación que no ha logrado todavía ganarse el respeto de la comunidad guayasense. Ya no hay gobernadores siquiera porque el Presidente ha copado todos los espacios representativos de todos los rincones del Ecuador entero. Y para lograr el propósito de frenar la iniciativa municipal, en complicidad con una función judicial alineada políticamente sin ninguna vergüenza, logran no solo que se anule la decisión del Concejo respecto a la ubicación del busto a León Febres Cordero, sino que se prohíba la importación de la misma escultura elaborada en España. El juez va más allá de lo que le piden, resultando su decisión paralizante, pintoresca, inaudita y descarada. 

A mi entender e interpretación personal, este asunto se encendió cuando se le fue de la mano al gobierno el tema de diario El Universo. Constatado que de sábado a sábado bajaban en las encuestas la imagen de Correa conforme llovieron criterios y opiniones internacionales, los estrategas publicitarios decidieron acentuar esta polémica para ocupar los espacios noticiosos. Atacar a LFC es una buena artimaña, y aunque está claro que Jaime Nebot esquiva la pelea y la confrontación directa con el gobierno, no le quedaba otra alternativa que salir al paso. Al hacerlo deja la iniciativa a Polo Baquerizo para que mocione en el Concejo un terrible propuesta, torpe y mal planteada; nombrar una comisión para que analice la construcción de un monumento a los “odiadores de Guayaquil”. Un error no se corrige con otro error. No se trata de una partida de póker donde se doblan las apuestas. Me odias 4, te odio 8 y así sucesivamente. Si de odios se trata Diabluna ganará sin duda. Total ya se dieron las primeras trompadas entre ellos y aturdidos maderos de guerrero. 

Así apareció un tal Virgilio, que todavía no debe reconciliarse con su inhóspito nombre, para lanzar mierda e invitar a lanzarla sobre el monumento que todavía no se levanta. Me sorprendió que la Junta Cívica de Guayaquil no haya respondido con elegancia y altura al fuereño. Creo que la respuesta debía salir de un ambiente cívico constructivo, y así se debería germinar una propuesta sensata para que este asunto del monumento a LFC no vaya en su desmedro. Era la oportunidad para que la institución actúe con algún pronunciamiento cívico proactivo que sirva para intermediar y evitar el alza de tono en esta tonta e inútil contienda. ¿Dialogaron con la ministra o con el alcalde? ¿Analizaron una propuesta alternativa y sensata? Podría imaginarme a la Junta organizando un concurso para que escultores y muralistas ecuatorianos presenten nuevas propuestas, y así volatilizar un poco las tensiones y las críticas ya causadas. En fin, se me ocurren tantas cosas constructivas alrededor de esta situación de tal manera que la figura de LFC siga teniendo la plena vigencia urbanística, porque la política ya es de su propio patrimonio. Pero levantar un monumento a los odiadores de Guayaquil, me parece un homenaje al odio que salpica a los proponentes más que a sus adversarios. 

Ojalá se llene esa famosa silla vacía que existe según ley en el Concejo para que la Junta Cívica de Guayaquil, u otro grupo de guayaquileños manifiestos y sin pretensiones ni dependencia política, presente una iniciativa concreta de cómo rendir un tributo urbanístico a LFC. Hay muchas formas y maneras de salir airoso en este propósito y evitemos la competencia de equivocaciones en el que estamos enredados, y con la cual poco favor le hacemos a la memoria del ilustre expresidente y exalcalde, que hoy, tanta falta nos hace. 


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2 comentarios: 

Christian Ubilla dijo... 


esperar ideas más constructivas? si algo nos han demostrado los Nebots y los Correas es que la soberbia y la prepotencia rige sus decisiones!!! no son tan distintos... 

Bruno Bacigalupo dijo... 


De acuerdo, no me quedo claro el tema de la incohrencia historica, para mi tenia sentido colocarlo al inicio de malecon, por que LFC fue el uniciador del mismo, o me estoy equivocando? 

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