miércoles, 8 de mayo de 2013

DICTADURA EDUCATIVA


DICTADURA EDUCATIVA
Publicado por Henry Raad en domingo, agosto 26, 2012

Es en el campo de la educación donde las imposiciones causan los peores estragos en el ser humano. Negar la educación es un crimen de lesa humanidad, pero declararse dueño de la educación se le parece.
Uno de los efectos negativos que causa el estilo de gobierno de Rafael Correa es que crea copias baratas en sus seguidores, los mismos que sin carisma propio, se tornan autoritarios por irradiación del Jefe. Y así se arman reglamentos de escritorio con una autosuficiencia que no admite discusión ni dialogo. Es la verdad absoluta escrita por burócratas encaramados que asumen para sí las tres funciones del poder; legislar, ejecutar y juzgar en única instancia respecto a determinado tema.
La autosuficiencia de la SENPLADES, su arrogancia y el afán no oculto de ubicarse por arriba del poder político es algo que a mí, en lo personal, me repugna. Divina pomada con baño de crema y olor repugnante porque todo lo que se excrementa tiene esa inevitable consecuencia.
La Secretaria Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Senescyt) demuestra por su mismo nombre tan pomposo la autosuficiencia que pretenden. René Ramírez es el papa negro, el Correa chiquito, el non plus ultra de la educación ecuatoriana, y vía expeditiva, con su cara de rector de rectores, fungido de un sotana de sabiduría absoluta, representa una de las peores plagas que pueden caer sobre el proceso educativo; la soberbia. La educación suprema es la que alimenta la rebeldía intelectual, la amplitud creativa y la libertad creadora que jamás puede encerrarse en los cuarteles de un reglamento burocrático porque se entrena a debatir y a no dejarse doblegar por anatemas. El templo de la educación está en las universidades de un país donde se fusiona el ayer con el ahora para construir un mañana libre de amarras eternamente creativo. Mal pueden parir las universidades doctos y sabios en medio de un ambiente de desprecio a los viejos educadores que a ellos mismo los formaron. Creer que la excelencia se la consigue como fruto de un reglamento que selecciona maestros es no haber entendido lo que es la docencia. La sabiduría no está en cartoncitos que la avalen. La sabiduría está en la calidad humana de cada maestro. Eso nadie puede calificarlo con exámenes.
Las nuevas disposiciones reglamentarias desprecian la experiencia de antiguos maestros. Castigan las edades y buscan que en tres años una nueva generación espontanea de PhD, (que se preparan bajo becas otorgadas bajo su propio escogimiento) a fin de conformar una casta de jóvenes senpladinos, para auto perpetuar su propia especie de teóricos burócratas. La meta es clara; copar las plazas de maestros universitarios y desplazar a quienes no se les someta a su arrogancia intelectual infinita. Cuando se detecta ese tufo, simplemente no se obtienen profesores sino déspotas mentales que pueden tener acumulados muchos conocimientos, pero que no enriquecen ni crean excelencia, porque esta queda retenida para ellos a fin de que nadie los supere, lo que ahora a sus mayores les sucede gracias al oportunismo del que esta generación espontánea hace gala.
Espero que los maestros universitarios desplazados tengan las agallas para hacer sentir sus razones, a sabiendas que pueden ser reprimidos hasta con cárcel si se muestran vigorosos. Les acusarán de cualquier cosa. Finalmente la lección máxima que puede dar un maestro es la de luchar por su dignidad. Que se desahueven, alcen la voz sin temer la represalia de este pequeño dictador encaramado. René Ramírez debe ser destituido por su soberbia en el manejo del tema, y los maestros todos deberían pararlo en firme porque esta batalla inicial será también la única. Los están destituyendo con abierta arrogancia. En tres años solo verán el desempleo y la ignominia. Están siendo acusados de ser los causantes de nuestra mediocridad educativa, sin que ello sea cierto, porque la mediocridad es el resultado de muchos factores, entre los cuales la mala gestión histórica del Ministerio de Educación y por la tradicional ineficiencia burocrática. La mediocridad se inicia en las malas maternidades desde donde se ve la luz primera, en la falta de servicios básicos, de infraestructura educativa y demás etcéteras.
Mientras esto sucede en las universidades, las escuelas y colegios privados son sometidos a interventores y a una cárcel reglamentaria, pues el CES, (Consejo de Educación Superior) es el otro brazo operativo de la Senplades para adueñarse de la educación y formación de los ecuatorianos.
Finalmente el plan de la Senplades y de Ramírez es controlar y asfixiar a las universidades y colegios privados con reglamentos e intervenciones que solo pretenden imponer una dictadura educativa, que primero empieza con las formas, y que inevitablemente culminará con los contenidos, para en fin de cuentas pasmar la rebeldía y aplastar la libertad creativa y la potencialidad que ofrece la libertad de pensamiento.
.
Etiquetas: EDUCACIÓN, LIBERTADES, Polémica, Política  

No hay comentarios:

Publicar un comentario