martes, 7 de mayo de 2013

ABDALA y YO Anécdotas del ayer



Publicado por Henry Raad en domingo, julio 15, 2012

En estos tiempos donde para mí el ayer pesa más que el hoy o el mañana, me entretengo contando episodios de mi vida que no calzaron en mi libro ¡VALIÓ LA PENA? y que pronto estará en circulación.
Respaldado por su hermana Martha, primera dama y esposa del Presidente Roldós, Abdalá ocupó la Intendencia del Guayas cuando tenía apenas 28 años de edad. Como representante legal de la empresa fui citado a comparecer bajo el cargo de haber subido los precios de los juguetes. Estaba ya muy cercana la Navidad y una clausura resultaba fatal. Entré a su despacho acompañando al dueño de la empresa y nos hizo sentar a su lado izquierdo y derecho respectivamente detrás de la mesa que daba frente a las múltiples cámaras de televisión. Dio una alocución vehemente; ¡no voy a permitir especulación de ningún tipo gritaba, una y otra vez! Y su puño golpeaba la mesa con furor. Tres minutos sufrimos de escarnio mediático, luego de lo cual ya una vez a puerta cerrada nos dijo; no se preocupen, sigan no más y disculpe la molestia don Pepe y con una palmadita en la espalda nos despidió muy educadamente. Salimos y les esperaba el turno a los señores que producían aceite comestible que entraron acompañados nuevamente de las cámaras de televisión.
Llegó a la Alcaldía de Guayaquil el 29 de enero de 1984. Voté por él. Su paso fue estridente, acentuando un piponazgo y un desorden administrativo que ya golpeaba al cabildo porteño desde el tiempo de su tío, Assad Bucaram, quien sí era muy eficaz porque realmente era muy trabajador cosa que su sobrino nunca lo fue. León Febres Cordero, elegido presidente ese mismo año, se sacó de encima a Abdalá mediante unas glosas de la Contraloría que eran claras por la torpeza como se había procedido en el manejo de los fondos municipales. El Contralor Marcelo Merlo exhibió por TV los cheques girados a nombre de la Municipalidad y que habían ingresado en cuentas de terceros, con la complicidad por cierto de algunos funcionarios bancarios. Total que en esas circunstancias el 15 de agosto de 1985 huye por primera vez a Panamá y consigue asilo político. Para asegurarse se estancia en el Istmo, fraguaron una tenencia de drogas en su vehículo. Abdalá se victimizó con eficacia y nadie esto de las drogas se lo creyó. El Congreso opositor a León le otorga la amnistía y regresa en 1.987. Tercia para la Presidencia y en segunda vuelta es derrotado por Rodrigo Borja. Repite su candidatura en 1.992 y queda en tercer lugar, para finalmente llegar a la Presidencia en 1.996 derrotando a Jaime Nebot. Como Presidente gobernó apenas cinco meses y 24 días. Ahí se produjo un golpe de estado parlamentario apoyado discretamente por las FFAA, y subió por la tranquera Fabián Alarcón, poniendo de lado a Rosalía Arteaga a quien constitucionalmente le correspondía asumir. Allí empezó la debacle del sistema político ecuatoriano hasta que llegamos a la elección de Rafael Correa, quien ya lleva casi seis años en el poder y aspira de reelegirse indefinidamente mediante varios mecanismos electorales que giran exclusivamente alrededor de él.
Abdalá ha vivido en Panamá ya década y media, y siempre amenaza con regresar. Ya tiene 60 años de edad, y su hijo, que lleva su mismo nombre, se ha desempeñado muy aceptablemente en la Asamblea y ha mejorado la imagen del padre, al menos entre la nueva generación de electores. Es pausado, hábil y es mi opinión que no le conviene que regrese su mentor, sino que como lo está haciendo hasta la fecha, avance aupado y respaldado por ese político ducho que se queja eternamente de que no le dejan regresar.
Creo que si Abdalá Ortiz participa en las próximas elecciones le dará un gran dolor de cabeza a Rafael Correa debido a su fogosa locuacidad. Pero el líder de los pobres no va a regresar salvo que se inyecte de valentía, y este es uno de las falencias de este pintoresco líder, pero líder en fin. De tener aquello que llama arrojo, hace rato estaría en Ecuador y desde la clandestinidad hubiese podido recuperar el cargo cuando lo abandonó lleno de temor. Cuando Gutiérrez lo quiso traer mediante la llamada Pichi Corte, el narizón cayó por la forma burda como se actúo. Radio La Luna convocó a una decenas de miles de capitalinos que rodearon el Palacio, y así se consumó un nuevo golpe de estado, respaldado tácticamente por las FFAA. Se entregó el poder está vez si a quien correspondía que fue el Dr. Palacio quien a su vez le puso la mesa tendida a su rebelde ministro de finanzas que ahora nos gobierna y nos gobernará de aquí a la eternidad.
Corría el mes de junio de 1991 y estaba Abdalá en su segunda campaña presidencial. Durante sus cadenas radiales insultó a mí y a mi familia como a muchas otras personas y familias al nivel del estilo canallesco utilizado por la revista Pancho Jaime, que fue resucitada por las huestes, mal llamadas roldosistas, y que practicaban aquel periodismo clandestino y obsceno inspirados en lo que su líder hablaba por la Radio Guayaquil. Fue tal el nivel de procacidades que recibí que una noche de uno de esos jueves radiales lo estuve esperando al pie de su central desde donde se trasmitía, armado de una pistola- Mi intención era retarlo a duelo y el arma para demostrar mi determinación. Para eso me había preparado publicando en mi columna de El Telégrafo, dos entregas; “Código de honor” (16 junio) y “Basta un minuto” (23 de junio) donde hablaba de los “duelos” políticos que se habían provocado en Ecuador para defender el honor y sobre las reglas dadas por el Marqués de Cabriñana para batirse a duelo entre caballeros. Todavía creo que andaríamos mejor si estas reglas de honorabilidad tuvieran su vigencia. Fui acompañado solamente de Trueno, un hermoso rottweiler entrenado en defensa y ataque. Estacioné mi auto y pacientemente, me puse a escuchar los escarnios de ese programa, que fue titulado y anunciado previamente como “Vida, pasión y muerte de Henry Raad”. Imagínense una hora en boca radial de Abdalá. Cuando bajó el líder de los pobres encharcado de sudor y babas, era tal la cantidad de personas que lo acompañaban, que decidí esperar una mejor ocasión que nunca llegó. Contaba por cierto con la dosis de cobardía que yo le atribuyo a este pintoresco personaje, y con la ventaja de tener yo un mayor blanco donde acertar, y ahora que se ha engordado, tanto mejor.
Lo bueno de Abdalá es que en él se aplica aquello de que enemigos hoy, mañana amigos y pasado ya se verá. Es astuto pero finalmente no muerde. Eso si, sabe ladrar.
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4 comentarios:
Chapulin Ninja dijo...
Estimado Henry,

Creo que a pesar de ser un blog personal se debe llevar el buen romance con el tipo de artículo. Lo cual no se respeta cuando se asegura con mucha firmeza el siguiente enunciado:

"...quien ya lleva casi seis años en el poder y aspira de reelegirse indefinidamente mediante varios mecanismos electorales que giran exclusivamente alrededor de él."

Crees ético de hablar de algo que actualmente en la constitución no se puede hacer? porque la constitución solo permite ser elegido 3 veces en un cargo público.

Pero si quisiste referirte a una opinión personal creo conveniente que debes especificarlo. Es un tanto ofensivo (sin querer asumo) para quienes conocemos de la constitución y de comunicación social.

Henry sería muy oportuno que te des cuenta de este pequeño tropiezo en el relato.

Un abrazo,
Anónimo dijo...
Por favor senor. Revise su enunciado que el autor tiene toda la razon. Correa a utilizado todas las previsiones legales. A interpretado a su manera la constitucion y va al igual que Chavez intentar ser reelegido la maxima cantidad de veces que le sea posible. Hace 10 anos no existia reeleccion y nadie ene Ecuador pensaba que eso fuera posible. Pero aqui estamos y el Poder total corrompe absolutamente.

Como abogado y constitucionalista le puedo decir que el autor esta en lo cierto. Para los que no comulgamos con las medidas totalitarias del regimen este es un peligro bastante real.
Chapulin Ninja dijo...
:) querido Anónimo, tienes la libertad de comulgar con la postura o cabalgadura que desees, es tuya y es legítima. Lo que es un error del autor es asegurar algo que no ha pasado y que según la constitución no se permite: "reelegirse indefinidamente". 

Primero "reelegirse" significa que se menoscaba el deseo del pueblo y de los votantes como del ejercicio de cada ciudadano que vota como el que se sienta todas esas horas para organizar la mesa electoral. Me parece denigrante sin mencionar que se asegura que hubo y habrá fraude. Sin pruebas creo conveniente corregir. Usted como abogado y constitucionalista seguro me dará la razón :).

Segundo al juntar el indefinidamente no solo estoy diciendo que hubo sino que habrá fraude indefinidamente cosa que no es cierta y de saberlo o asegurarlo se comete un verdadero crimen al ocultar un "golpe tan certero a la democracia" del Ecuador. Sería encubrimiento.

Así mismo el error es muy suyo y quien debe ser sentenciado y cumplir penitencia como comulga es tanto el autor como usted.

:) querido amigo Anónimo, un abrazo y me alegra saber que si a usted le molesta el supuesto "totalitarismo" entonces el país está en buenas manos. Manos firmes pero buenas manos al final.

Salu2,

PD: Revise su enunciado y sería muy interesante cuantificar "los que no comulgamos", seguro son muchísimos :)
Yrogerg dijo...
En serio aun hay partidarios de Correa?? Que vomitivo.

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