martes, 7 de mayo de 2013

ABORTO


Publicado por Henry Raad en domingo, julio 08, 2012

Tema delicado. Debido a que se está discutiendo en la Asamblea lo que se ha denominado Código Penal Integrado, un instrumento con matices políticos bien camuflados, ha habido gran dinámica sobre la despenalización del aborto dentro del Twitter que nos permite tan solo 140 caracteres. Será imposible que por esa vía se logre analizar un tema tan polarizado desde siempre. Católico de formación y desde el colegio regentado por jesuitas, racionalista que soy, nunca pude descifrar por propia cuenta el punto clave de esta cuestión que hace referencia al instante en que realmente tenemos vida. Nos indicaban que era desde que un travieso espermatozoide ganaba la maratón y se incrustaba en un el óvulo de una mujer, dejando a millones de compañeros atrás en su desesperada competencia. ¿Debe la legislación de un país penalizar el aborto? Los movimientos denominados pro vida tienen una respuesta rigurosamente cerrada. NO. Bajo ninguna circunstancia se puede “asesinar” deliberadamente a un “feto” que lo es desde el indetectable instante en que ese ágil espermatozoide cruzó la línea de meta.
En Ecuador y en los países donde la iglesia católica ha influenciado determinante sobre este tema, la legislación pena con prisión a la mujer que tiene el aborto, y también al médico o personas que realizan este procedimiento. Eso ha ocasionado que los abortos se practiquen clandestinamente y las más de las veces en circunstancias muy riesgosas, y que incluso que muchas mujeres confundidas y angustiadas se auto provoquen maniobras, o que sea el mismo machismo el que acierte la patada final para quitarse el problema de encima. En Ecuador deben inducirse decenas de miles abortos anuales, muchos de ellos con consecuencias mortales para la madre, sin embargo no se conoce de sentencias condenatorias sobre este “delito”. Es decir que se trata de una legislación decorativa que soslaya el problema de salud pública por motivos simplemente morales. El aborto terapéutico o el causado por violaciones, que no está penado, no tiene registros como para evaluar si la ley trasciende o no tal como está vigente.
Hay legislaciones como la de Suecia que permiten a la mujer interrumpir con su propia voluntad el embarazo antes de cumplir con 12 semanas de gestación, y luego hasta las 18 semanas, previa la consulta a un médico. Y esta es una prestación más de la Seguridad Social desde 1938. En Estados Unidos la interrupción voluntaria del embarazo es legal desde 1973 en todos los estados como consecuencia de una sentencia de la Corte Suprema que determinó, además, un trimestre como el plazo para hacerlo considerando que ese era el período mínimo a partir del cual el feto podría ser viable y con posibilidades de supervivencia fuera del útero.
La legislación latinoamericana lentamente irá cambiando así como ha evolucionado el tema de los gays, lesbianas y esas variantes de género que todavía se me enredan en la lengua. El mundo se ha achicado por esto del Internet y de la facilidad para viajar de un lado a otro y es así como se explica que se hayan relajado las costumbres moralista. La mujer ha tomado control sobre su destino, y las relaciones sexuales ocasionales e imprevistas comienzan a ser algo de todos los días. Por estas y por otras razones como la imprudencia juvenil y las facilidades de fornicación que tienen, los embarazos no deseados abundan pese a que los métodos anticonceptivos están a la mano. Total a mayores embarazos no deseados crecerán los abortos inducidos. Es inevitable que se deba analizar el tema bajo la perspectiva de la salud pública, sin quitar el derecho a que los movimientos Pro Vida prediquen lo suyo. Preferible resulta que bajo una adecuada legislación el aborto no sea penalizado abriendo así una posibilidad médica para quienes opten por esa opción que sin duda es traumatizante para quien la decide, pero es sólo ella, en consideración a sus circunstancia y entre ellas su religión, la llamada a decidir.
Yo sé por dónde anda la prédica de la Iglesia. Que la abstinencia sexual, que el método del ritmo o de Ogino-Naus (que data de 1924), que el quinto, y el sexto mandamiento, y todo aquello que si se lo practica posiblemente nos llevaría a vivir en un mundo teóricamente ideal. Pero las cosas no son así. La realidad es distinta y la legislación de un país no puede realizarse para ayudarnos a cumplir con las normas de determinada religión, mayoritaria que esta fuese.
El instinto maternal es muy poderoso, y en principio ninguna mujer quiere abortar sin una razón o motivo. Quienes lo hacen no es necesariamente por degradación moral. Lastimosamente también la Iglesia ha cerrado las puertas a los métodos anticonceptivos y predica realmente la abstención. El celibato es de héroes, digo yo, o de personas con alguna disfunción o fortaleza que le facilite la tarea.
Si el instinto maternal no frena un aborto se debe entender que se trata de circunstancias muy particulares, muy dramáticas que quizás la legislación de cada país deba escuchar al margen de las normas eclesiásticas, una vez que se trata de un problema de salud pública por el volumen anual que alcanza, y que siendo los ciudadanos iguales, no pueden ser discriminados por sus creencias. Los católicos deberá cuidar de no infringir sus mandamientos y ese es un problema de cada quién. Pero sin duda, para mí, que el tema del aborto en cuanto a su legislación debe avanzar hasta convertirse en una prestación más de la seguridad social. Estamos posiblemente muy lejanos a eso, especialmente porque el tema del aborto es actualmente políticamente incorrecto y no sería aprobado en una consulta popular. Nuestros asambleístas, ni el Presidente que siendo revolucionario es curuchupa, despenalizarán el aborto. No hay porqué preocuparse, pero si es tiempo de debatir y eso es lo bueno que se está haciendo gracias al poder de las redes sociales, porque la prensa tradicional tiene enmudecida su lira.
De otra parte hay algo que destacar respecto a eso del asesinato versus el quinto mandamiento. De hecho los Estado forman soldados para la guerra y los prepara para matar. Es decir que el quinto mandamiento nos obligaría a suprimir los ejércitos, y yo estaría muy acorde con que fuese así, pero eso no se ha dado nunca. Como lo ven todo es relativo y tiene que mirarse desde distintas perspectivas, caso contrario simplemente nos estaríamos enfrascando en luchas conceptuales tontas y sordas.
Etiquetas: EDUCACIÓNLIBERTADESPolémicaVIDA http://www.blogger.com/img/icon18_email.gif http://www.blogger.com/img/icon18_edit_allbkg.gif

2 comentarios:
Anónimo dijo...
No compararia yo el aborto con una guerra, en la guerra los dos pelean, saludos
Patricia Murillo dijo...
Creo firmemente que nadie desea pasar por una experiencia como la del aborto y que las iniciativas a favor de la vida siempre serán bienvenidas. Lo que no logro entender es la doble moral con que se manejan estos temas.

En efecto,en Estados Unidos, el aborto ya es un derecho constitucional desde el 22 de enero de 1973, sin embargo, el asesinato es ilegal en todos los estados. Paradojicamente, en Michigan, es ilegal matar perros usando una cámara de descompresión.

En cuanto a que el celibato es de héroes, me queda la duda. Que los curas se casen o no, no resolverá el problema de las desviaciones. Existen suficientes casos de pederastia en el mundo y es indignante el silencio complice de la iglesia en este tema. Así como lo es también, el silencio con respecto a la muerte de miles de mujeres en abortos clandestinos. Una iglesia cuyos miembros bendicen a los soldados cuando van a la guerra y qué algunos de sus miembros están a favor de la pena de muerte, no tiene autoridad moral para hablar del respeto a la vida humana.

Según Ortiz Millán,doctor en Filosofía e investigador en la Universidad de Columbia y en la UNAM de México, nos dice: "en la Biblia no hay una condena moral al aborto. Lejos de eso, se recomienda el aborto en varios casos. Tanto en el Libro del Levítico como en el de Números se dan instrucciones a los sacerdotes para realizar abortos. Por ejemplo, cuando un hombre duda de que el hijo que está esperando su mujer embarazada sea suyo, puede recurrir a un sacerdote, y éste tiene un procedimiento tal que a través de unas hierbas puede hacer abortar a la mujer. Si está en la Biblia supuestamente es palabra de Dios. Es uno de esos pasajes que la gente no revisa y se quedan simplemente con el “No matarás”. Pero en la misma Biblia, ves cómo Dios dice al pueblo de Israel que tienen que ir a hacer la guerra con Babilonia y entre otras cosas, debe tomar los niños de los babilonios y “estrellarlos contra las piedras”. Entonces, eso de “No matarás” es muy relativo. No matarás tal vez a la misma gente del pueblo de Israel, pero sí a la de Babilonia o de cualquier otro pueblo porque la Biblia está llena de mandatos para ir a matar a otras personas, y matar niños."

"La Biblia también menciona el aborto en Éxodo 21-25 se describe la ley de los antiguos israelitas y se nos dice que la pena por un asesinato es la muerte; pero se dice también que si se causa un aborto a una mujer embarazada, la pena es sólo una multa que se le deberá pagar a su esposo. A menos que muera la mujer, en cuyo caso se le dará muerte al asesino."

"San Agustín pensaba que el alma no puede vivir en un cuerpo sin forma, por lo tanto, el aborto no es un asesinato porque no destruye el alma. Sólo el aborto de un fetus animatus, es decir, después del tercer mes del embarazo, debe castigarse como un asesinato. Siglos después, Santo Tomás de Aquino, el ideólogo más importante de la Iglesia Católica hasta el día de hoy, pensó algo similar. Sostuvo que no se puede tener alma humana hasta que el cuerpo tenga una forma reconociblemente humana. El embrión humano no tiene esa forma desde el momento de la concepción, no es una persona. Esta opinión fue aceptada por la Iglesia en el Concilio de Viena en 1312 y nunca ha sido oficialmente rechazada."

"Sin embargo, en el siglo XVII, la Iglesia aceptó la idea, de la ciencia de la época, de que el óvulo fertilizado tenía ya la forma de un humano, de un pequeño hombrecito al que llamaron “homúnculo”. Así se estableció la idea de que —como dice Norberto Rivera— “el embrión humano es humano desde el principio”. Es decir, que el embrión es una criatura completamente formada que sólo necesita crecer hasta llegar a nacer. Hoy, aunque la ciencia corrigió su posición, la Iglesia ya no dió marcha atrás."

Datos tomadosde: El aborto y la Iglesia Por: Gustavo Ortiz Millán

No hay comentarios:

Publicar un comentario