DE LA LIBERTAD EN TIEMPOS FARAÓNICOS
Publicado por Henry Raad en domingo, agosto 28, 2011
¿Es esto que queremos?
Gabriela
Calderón planteó en su columna de diario el Universo (24 agosto) un tema sobre
el cual discutimos en mi grupo de los jueves. “Se trata de libertad” ella
titula y racionaliza para defenderse de quienes la detractan por considerar la
libertad individual por encima de los progresos que este Gobierno alcanza y
hace alarde; que carreteras, puentes, tren de Alfaro, edificios para más
ministerios y dependencias estatales, etc, y etc. Gabriela transcribe un
pensamiento de la bloguera cubana Yoani Sánchez, de quien cita lo siguiente;
“La propuesta de usar la libertad como forma de pago a cambio de ventajas
materiales es una fórmula que trasciende los sistemas sociales y se presenta
como un procedimiento psicológico para dominar la voluntad ajena... ” Buen material
para el debate.
Yo
soy libertario y creo que la libertad es el mayor de todos los bienes. Pero
debo reconocer que no todos los ciudadanos nacen con igualdad de
circunstancias; unos tiene la libertad de comprarse un BMW de lujo para
transitar en veloces carreteras, y otros deben moverse a lomo de burro para
sacar sus cosechas por unos caminos vecinales construidos con sus propios
andares y eso si las aguas no los inundaron durante un inescrupuloso invierno.
Esto me produce sentimientos encontrados. Creo en la libertad, pero el mayor de
los bienes no es la libertad misma, sino en lograr que todos puedan disfrutar
de similares circunstancias para poder disfrutar de esa libertad que
predicamos. Y eso no ha sucedido en Cuba luego de cincuenta años de una revolución
que solo se hubiese justificado si conseguía la meta de proporcionar salud y
educación “para” usar la libertad que ya se la han arrebatado a dos
generaciones completas. Siempre pudo haberse alcanzado un mejor nivel de
educación y de salud si hubiese habido libertad para seguir demandándola.
¿Estamos
aquí mejor que en Cuba o en Libia? Creo que sí y largamente. Cuba perdió su
capacidad de reinventar gobiernos, a Libia le cuesta sangre. Aquí, a cambio, en
uso de esas libertades que heredamos incluso de pésimos gobiernos, logramos que
Correa llegue al poder y fabrique su propio experimento. Y si en Ecuador
todavía tenemos libertades es porque la estamos ejercitando detractando los
errores del Gobierno. Luchamos por tener esa libertad de crítica, y Correa está
haciendo fuerza por quitárnosla en base de un gasto público que tarde o
temprano será un bumerán que le estallará en su propia cabeza.
¿Es
la libertad la fuente de la productividad y de la riqueza? Creo que
irremediablemente es así. El Estado jamás inventó nada salvo la concentración
de sus poderes. La libertad permite a los ciudadano liberar sus energías, y es
esa libertad la que crea riqueza y la que diseña un Estado para que regule los
desbordes que se van dando en el camino. El Estado debe refrenar los abusos que
la libertad otorga, pero eso no significa que debe quitar las libertades para
que nadie vaya preso.
Sin
libertad se puede construir pirámides para satisfacción de faraones a costa de
esas millones de horas de libertad cercenadas a millones de personas. Correa
funciona como un Faraón. Quiere construir la igualdad social a costa de las
libertades individuales, pero al hacerlo va en busca de un diseño o
arquitectura social donde el Estado controla todo, y es para eso que sataniza y
restringe a las libertades individuales. ¿Le funcionará? !Dios no lo permita!
Nos crearon libres y eso es substancial al ser humano.
La
democracia consiste en impedir el poder absoluto y no en desarrollarlo a cambio
de obras y peor de restringir las libertades. Las obras son obligación de los
gobiernos, al igual que el desarrollo de las libertades. Aquí no hay toma ni
daca. Hay lo uno y lo otro.
¿Quién
va a estar en desacuerdo de que mejore la estructura vial, que se extienda la
seguridad social, que se hagan puentes, se avance reparando aquel tren de
Alfaro y se logre la modernización de las escuelas, hospitales y oficinas
públicas ? Nadie. Desde ese punto de vista me declaro correísta. Pero eso es
miopía y utopía. Lo que estamos palpando con los ojos es el abuso de una
circunstancia y coyuntura económica favorable para obtener aceptación popular
creando un burbuja de ilusiones que tarde o temprano estallará porque se está
repartiendo riqueza pero no creándola. Nos están dando zapatos para correr,
pero nos impiden correr. Eso es lo que está sucediendo.
Esto se trata de libertad, sentencia Gabriela.
Sí, pero… Analicemos el pero que ha permitido que Correa llegue a pisotearla
para encumbrarse a calidad de Faraón y tener un pueblo acarreando piedras y
crear una pirámide de poder en cuya cúspide está él trepado en busca de su
inmortalidad momificada. Los libertarios, Gabriela, también hemos fallado por
no haber bien usado de nuestras libertades para crear infraestructura social y
de la otra. La burbuja de libertades sin contrapartida social ha estallado. La
de Correa estallará por falta de recursos para hacer funcionar a un Estado
regalón tal como él lo ha diseñado. Las necesidades de un pueblo son infinitas
y los recursos siempre serán limitados y coyunturales. Lo único que es
ilimitado es la creatividad que otorgan las libertades siempre y cuando sepan
ser encaminadas, y eso es lo que deberemos aprender del experimento. Se trata
de aprender a usar las libertades debidamente hasta llegar a una construcción
social sostenible. Por ese tipo de libertad, luchemos hasta la muerte. No por
la otra que sirve de trueque para conseguir quedarse en el poder sin plazos ni
restricciones. ¡Se trata de libertad y no de sueños faraónicos!
Etiquetas:
LIBERTADES, Política, Prensa
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